Creí que de amor sabía mucho y realmente no sabía nada, era un jugador en un juego que me venía grande.
Creí que el amor eran mariposas en el estómago, noches de vino y rosas, polvos de colores. Creí que el amor tenía cuerpo y nombre de mujer, que equivocado...
Entonces llegasteis vosotros, con olor a vida y del tamaño de un globo terráqueo y eses dos globos se convirtieron en mi mundo. Ojitos de almendra y sonrisa limpia. Con un alma que no os cabe en el cuerpo y que llena el mío.
Creí que de amor sabía mucho y realmente no sabía nada, porque hasta que os conocí no supe de amor, de ese que duele de tanto usarse, pero que merece la pena cada segundo. De ese que da sentido a una vida. De ese que se mete dentro y ya no quiere salir porque ya te ha cambiado, nunca serás el mismo.
Creí que el amor eran mariposas en el estómago, noches de vino y rosas, polvos de colores. Creí que el amor tenía cuerpo y nombre de mujer, que equivocado...
Entonces llegasteis vosotros, con olor a vida y del tamaño de un globo terráqueo y eses dos globos se convirtieron en mi mundo. Ojitos de almendra y sonrisa limpia. Con un alma que no os cabe en el cuerpo y que llena el mío.
Creí que de amor sabía mucho y realmente no sabía nada, porque hasta que os conocí no supe de amor, de ese que duele de tanto usarse, pero que merece la pena cada segundo. De ese que da sentido a una vida. De ese que se mete dentro y ya no quiere salir porque ya te ha cambiado, nunca serás el mismo.
Comentarios
Publicar un comentario